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Splendid natural contrast - The diverse landscape of northern Salta - Argentina - Tourism

The north of Salta is characterized by diversity and dramatic contrast of its landscapes. In large part, is covered by thick, lush subtropical forests know as the Yungas, where rivers and exotic animals defined the way. In the shade of its dense vegetation, live aboriginal centenarians communities that just suspect that on the other side of the mountains, the landscape changes dramatically and ancient villages are suspended from the walls of steep canyons.

Iruya is a jewel of the north and the access to Iruya imposes some difficulty as like any hidden treasure.
The inconvenience is soon forgotten when the tourist see the vertiginous arrival and the challenging beauty of a village, literally, the villa is hanging on top of the northern mountains of Salta. Iruya, as well as other magical villages of the area, can be accessed via a detour from RN 9, then cross the Quebrada de Humahuaca (Jujuy Province). Abra del Condor, a milestone up to 4,000 m altitude divides the provinces of Salta and Jujuy and it is another attraction of the road.

As long as the rainfall permits, because the overflow of rivers can make it impossible, you can access through narrows winding roads to the village. The landscape is barren and imposing and on the hillsides draws the silhouette of small populations of adobe houses and neat squares of crops. Iruya stands suspended from the precipice of a huge gorge.

Surrounded by a majestic landscape, its steep cobbled streets seem frozen in time. Its pre-Columbian roots culture is manifested in pagan-religious celebrations as the colorful fiesta in honor of the Virgen del Rosario which takes place every October.

The magic mountain villages: Nazareno and Santa Victoria.
Nazareno and Santa Victoria have been converted by the time in something more than just a village:  Both are also witnesses where still maintain the architecture and lifestyle of ancient times. You heard many stories regarding its history. They are characterized by tranquil beauty and silence of its hills crossed repeatedly by the pastors of the area.

Both villages can be acceded trough The Quiaca (Jujuy) in the far north of our country, crossing a steep mountain road.  Tourist can visit the modest church that honors the Virgin of Guadalupe, patroness of the village (especially recommended for September 8, when the party bosses). Santa Victoria Oeste is only accessible from the town of yavi (Jujuy). It is a declared historical place since 1975 and it is surrounded by crops and amazing vegetation highlighted with the walnuts.

The diversity of the Yungas
Beyond the mountains of the northeast, a radical change in the climate and landscape happens. The dryness yield to fertility, the ocher to green landscapes, the empty channels to plentiful rivers. The amzing Yungas have the power of in just a few miles takes you to a completely different ecosystem and equally attractive.
The northeast of the province on the border with the neighboring country of Bolivia has green mountains and large rivers as the Bermejo, whose water is rich in fish such as the dorado, surubí and catfish. The residents, members of ancient native cultures, live from fishing and making handicrafts made ​​from wood and plants of the area.

The northern jungle has a unique biodiversity in the world and it is largely protected. Along the Yungas of Jujuy province, forms the Biosphere Reserve know as Yungas and protected by UNESCO. The area is the National Park called Baritú protects one of the most pristine biomes the country. Difficult to access, is a venue for lovers of adventure tourism, as it is ideal for ecotourism activities such as trekking, photographic safaris and bird watching.


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Contraste natural espléndido - La diversidad de paisajes del Norte de Salta - Argentina - Viajes

El norte de Salta está caracterizado por la diversidad y drástico contraste de sus paisajes. En buena parte, se encuentra cubierto por la espesa y frondosa selva subtropical de Las Yungas; allí donde caudalosos ríos y animales exóticos definen el paso. A la sombra de su densa vegetación, viven comunidades aborígenes centenarias que apenas sospechan que del otro lado de las   montañas, el paisaje cambia drásticamente y aparecen antiguos pueblos suspendidos de los muros de abruptos cañones.

Iruya, joya del norte y como a todo tesoro escondido, el acceso a Iruya impone cierta dificultad.
Inconveniencia que pronto se olvida cuando al llegar contemplamos la vertiginosa y desafiante belleza de un pueblo, literalmente, colgado en lo alto de las montañas del norte de Salta. A este, como a otros mágicos pueblos de la zona, se accede a través de un desvío de la RN 9, luego de atravesar la Quebrada de Humahuaca (Provincia de Jujuy). Abra del Cóndor, un hito a 4.000m de altura que divide las provincias de  Salta y Jujuy es otro de los atractivos del camino.

Siempre y cuando el régimen de precipitaciones lo permita, puesto que la crecida de los ríos puede jugarnos en contra, se podrá acceder a través de estrechos y serpenteantes caminos al poblado. El paisaje se torna árido e imponente y sobre las laderas de los cerros se dibuja la silueta de pequeñas poblaciones de casas de adobes y prolijos cuadrados de cultivos. Se destaca Iruya, suspendido del barranco de una enorme quebrada.

Rodeada de un majestuoso paisaje, sus empinadas calles empedradas parecen detenidas en el tiempo. Su cultura es de raigambre precolombina que se manifiesta en celebraciones pagano-religiosas como la colorida fiesta patronal en honor a la Virgen del Rosario que se realiza cada octubre.

Los mágicos pueblitos montañosos: Nazareno y Santa Victoria.
Nazareno y Santa Victoria han sido convertidos por el tiempo en algo más que poblaciones: son también testimonios. Relatos casi históricos, dos localidades donde aún se mantienen la arquitectura y el estilo de vida de tiempos ancestrales. Se caracterizan por su apacible belleza y el silencio de sus cerros surcados insistentemente por los pastores de la zona.

Para llegar, se accede desde La Quiaca (Jujuy), en el extremo norte de nuestro país, a través de un escarpado camino de montaña. “El Rodeo” de Nazareno, como lo llaman los pobladores, pequeños productores locales, permite visitar la modesta iglesia que honra a la Virgen de Guadalupe, protectora del pueblo (en especial se recomienda el 8 de septiembre, cuando la fiesta patronal).

Santa Victoria Oeste, por su parte, es sólo accesible desde el poblado de Yavi (en Jujuy). Lugar histórico desde 1975, está rodeado de cultivos y una peculiar vegetación entre la que destacan los nogales.

La diversidad de las Yungas
Más allá de las montañas del noreste, un cambio radical en el clima y el paisaje acontece. La aridez da paso a la fertilidad, lo seco a la humedad, el ocre al verde, los cauces vacíos a caudalosos ríos: llegamos a Las Yungas. En pocos kilómetros se accede a un ecosistema totalmente distinto e igualmente atractivo.

El noreste de la provincia, en su límite con el vecino país de Bolivia, presenta montañas cubiertas de vegetación y grandes ríos como el Bermejo, cuyo caudal es rico en peces como el dorado, el surubí y el bagre. Los pobladores, miembros de antiguas culturas nativas, viven de la pesca y de la manufactura de artesanías hechas con maderas y plantas de la zona.

La selva del norte posee una biodiversidad única en el mundo y por ello está ampliamente protegida. Junto a las yungas jujeñas, conforma la Reserva de la Biosfera de Yungas, protegida por la UNESCO. En la zona se encuentra el Parque Nacional Baritú, que resguarda uno de los biomas más vírgenes del país. De difícil acceso, es un lugar elegido para los amantes del turismo de aventura, ya que es ideal para realizar actividades de ecoturismo, como trekkings, safaris fotográficos y avistaje de aves.

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