Lejos de todo, en medio de la estepa y al borde de un camino de ripio poco transitado, un imponente valle bañado por el río Chico, esconde un pueblo de escasos habitantes con una calidez tan grande como la Patagonia que lo rodea. Una nueva aventura de la familia que viaja por la Patagonia, con ustedes.... Libros de Viaje en Río Chico, un paraíso de la patagonia.Río Chico es un pueblo de la Patagonia de esos que están fuera del circuito turístico, pero que junto con el entorno que lo rodea y los atractivos propios del lugar, lo hacen un sitio muy codiciado para aquellos que se atreven a aventurarse en lo profundo y mítico de la Patagonia.
Arrimarse al pueblo ya es toda una aventura. Se puede llegar por diferentes caminos de ripio de gran interés, recorriendo estancias, caseríos y terrenos casi inexplorados en donde la naturaleza se explaya a sus anchas.
Desde Bariloche se accede por la ruta 23 hasta Pilcaniyeu para internarse en la ex ruta 40 por unos 100 kilómetros solitarios interrumpidos tan solo por Las Bayas, un conjunto de casas que viven de los campos aledaños. Si uno viaja desde el sur por la ruta 40, debe desviarse a la altura de la estancia Leleque hacia el pueblo El Maitén y seguir adelante por la ruta 6 surcando mesetas esteparias.
Viniendo desde el mar por la ruta 23 se alcanza Ingeniero Jcobacci y desde allí se toma el tramo noreste de la ruta 6, pasando por un par de poblados y unas cuantas lomadas al borde de las vías de La Trochita, hasta llegar a un “boliche” al borde del camino llamado “La Pasadita”. Allí es recomendable detenerse a estirar las piernas, iniciar la relación con los lugareños y ofrecerle un bocado al estómago.
Estamos en las puertas de Río Chico, un pueblo enclavado en un valle rodeado de cerranías bajas y que es la primera posta importante de La Trochita, un tren a vapor de 1922 que recorre 402 kilómetros de Patagonia. Aquí es posible visitar los talleres, el playón de maniobras, la boletería y varios vagones de carga estacionados en vías paralelas. Sorprende el enorme tanque de agua para reponer el consumo de las locomotoras y durante el paseo, el cruce con ferroviarios, maquinistas y operarios abrirá la palabra atenta de los anfitriones acompañados de un buen mate.
La tranquilidad se regocija entre álamos y sauces en sus calles de tierra. Las despensas del pueblo revelan la historia con sus muebles antiguos, el despacho de productos a la vieja usanza y los paisanos acodados en el mostrador con alguna ronda de caña. En la panadería de Gladys se pueden conseguir riquísimas tortas fritas recién horneadas y quien sepa buscar, podrá encontrar un tambor de 200 litros de combustible que lo saque de un apuro.
Siguiendo el curso del río por encima de las vías de La Trochita, se alcanzan praderas junto a pequeños piletones ideales para refrescarse en verano o echarse a dormir una siesta al sol en el invierno. Un poco más allá, un enorme puente rojo antecede un túnel de 110 metros que perfora un cerro pretencioso, para darle continuidad a las vías del tren y desde lo alto de este morro, la vista hacia los cuatro puntos cardinales con el atardecer pintando de color los alrededores, es una de las imágenes más extraordinarias que uno se puede llevar de esta querida Patagonia.
Coordenadas: -41.7129, -70.4762
Lugar: Río Chico / Río Negro / Patagonia Argentina.
Fuente y más info: librosdeviaje.com.ar + latrochitaweb.com.ar + facebook/latrochitaweb
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